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15,00€ (IVA incluido)
¿Cómo vivir en los márgenes bajo el capitalismo? ¿Cómo dotarnos de realidad frente a una norma que nos la niega? ¿Cómo, y desde dónde, vincularnos con les demás? ¿Cómo empezar, siquiera, a articular un pensamiento, un discurso y una práctica en torno a estas preguntas, estando, como estamos, atravesades por constructos que no existen género (binario), amor (monógamo), deseo (heterosexual), pero que determinan decisivamente la inteligibilidad y validez de nuestras vidas? Si Teodore de las Guzmanas no existiera, habría que inventarle. Este libro ilustra y materializa ese proceso de invención. Iniciado como una investigación (anti)académica, en la que se proponía la creación de una comunidad religiosa basada en la desjerarquización de los afectos como modo de resistencia frente al capitalismo, posteriormente el texto fue junto con su autore desbordándose en todas direcciones, explorando todas las estrategias que sirvieran para trazar ese imposible relato de une misme. Pasajes ensayísticos en tono conversacional, arengas exaltadas, cartas de amor dirigidas a amigues, escenas de una terapia imaginada en la que el sujeto «universal» se tumba en el diván y hasta un contrato BDSM: Teodore de las Guzmanas ha creado un libro híbrido que despliega todo su ser de fantasía, y en su cuerpo de palabras vemos con nitidez los tiernos retazos de otro cuerpo de carne, hueso y amistad. Otro cuerpo bien real que se atreve a vivir con deleite, contra todo pronóstico.Sobre le autoreTeodore se abrió paso a través de las vísceras de Manuela una buena tarde en la que ella se estaba rasgando las vestiduras, rompiéndose la camisa, como diría Camarón. En una tarde, como otra cualquiera, mientras Manuela, que también era el demonio, hacía equilibrios sobre sus argucias. Hacía mucho tiempo que Manuela no elegía sus ejércitos. Gobernaba desde la más absoluta incomprensión de la fuerza del deseo que le tenía presa. Teodore implosionó desde las entrañas de Manuela, en el preciso momento que ella exclamaba: ¡Es cierto! Aclamando. Borracha. Desgraciada. De pie encima de una mesa Hay una parte de mi guerra que se puede luchar sin mí. Por eso voy a dejar que la totalidad de mi guerra me mate.Teodore emergió de las profundidades y dejó atrás los restos de Manuela, como la piel de una serpiente. Pero ningún cambio importante en la realidad pasa de un momento para otro. Teodore había existido mucho tiempo en el interior de Manuela, al igual que Manuela había habitado el interior de Oz, y a su vez Oz había coexistido mucho tiempo con Clara, antes de matarla.Por lo tanto, Teodore, que se acuerda de todo y nada olvida, ha muerto más veces que nadie de su familia. Pero poco importa, porque Teodore no es una persona, es una forma de vida. Es una idea. Es una lanza de fuego que atraviesa la realidad y deja a su paso un reguero de brillantes y purpurina. Teodore somos todes les he hemos decidido inventarnos un mundo nuevo porque este no nos vale, y ser felices aunque todo esté en nuestra contra.
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