¡Felices fiestas, queridas, querides y queridos!
Sabemos que en estos días hay demasiadas imposiciones porque sí, desde sonreír cuando quizá la precariedad o las ausencias nos lo ponen muy difícil hasta comer, beber o socializar cuando el cuerpo nos pide todo lo contrario, por eso no vamos a entrar más que en deciros que esperamos que los paséis lo mejor posible y que, si sois espíritus navideños, los disfrutéis.
Por nuestra parte, queríamos contaros cómo ha ido nuestro año, qué nos gustaría para este 2023 y qué reflexiones nos cruzan a la hora de estar como estamos.
2022 comenzaba con el nacimiento de Luca, la revolución que ha supuesto en nuestras vidas y sus correspondientes cuidados, que nos obligaron a imponernos otros tiempos y ritmos. Tuvimos que reestructurar nuestros horarios, nuestra forma de comunicarnos, nuestro hacer hacia dentro y hacia fuera. Lo importante se impuso a lo urgente y hemos tenido que medir mucho nuestras fuerzas.
Aun así, durante este año hemos realizado en Mary Read 160 actividades, entre presentaciones, conversatorios, proyecciones y recitales pensadas desde la necesidad y las ganas. Además, el mes de abril lo dedicamos a las bolleras y su visibilidad, el mes de septiembre a les bisexuales y sus realidades, no siempre contempladas por el colectivo, y quisimos que lo trans atravesará toda la programación anual sin ceñirnos a un mes en concreto.
Tenemos en marcha una asesoría sobre sexualidad LGTBIAQ+ gratuita y sin cita previa con Ray Puig, cuatro clubes de lectura con temáticas diferentes y hemos desarrollado múltiples y diversos talleres: de escritura con Eva Gallud y Laura Casielles, de violencias simbólicas con Tatiana Romero, de VIH-SIDA y arte con Andrea Galaxina, de sexualidades bibolleras con Roma de las Heras, de representaciones sáficas en lo audiovisual con Mayte Aguilar, de marxismo queer con les compas del Rojo del Arcoíris, de drag King con el colectivo Drag King y de drag con Gad Yola, de fanzines y fotolibros queer con La Maja Zurda y Manuel De Teresa y de amores y desamores con Laura Latorre.
Importantes han sido para nosotras las visitas y actividades de asociaciones que hacen un trabajo diario encomiable: Kif Kif, Apoyo Positivo, CESIDA, CEAR Refugiados, con los Espacios de Igualdad, con trabajadores sociales y adolescentes LGTBIAQ+, con alumnes de diferentes másteres y grados superiores, con Docentes LGTBI y con Órbita Diversa.
Hemos explorado el género dragueando gnomos de jardín y figuritas del belén con Juanmo, hemos bailado tango queer, hemos disfrutado y acompañado en directo la grabación de los podcasts Les Croquetes, con Juanmo y Percy y Coquetas y Bravas, con Sara y Marina; hemos hecho nuestro humilde homenaje a Pedro Lemebel en compañía de autoras a las que admiramos, nos invitaron a participar en DT Espacio Escénico en Chueca y hemos acudido allí donde hemos podido con nuestros libros: Rivas-Vacimadrid, Teatro del Barrio o el taller de CTXT. Y todo esto sin olvidar que hemos vivido y disfrutado nuestra primera Feria del Libro de Madrid de la que nos llevamos momentos inolvidables y que esperamos repetir más y mejor.
Habéis hecho de este espacio algo vuestro, que es algo que decimos siempre y que nos llena de alegría. Sentimos mucho si, en alguna ocasión, por falta de disponibilidad y tiempos no hemos podido dar respuesta a vuestras fantásticas propuestas o no hemos llegado a todo. También somos críticas y exigentes y sabemos que quien mucho abarca, poco aprieta, y que tenemos tiempo de apretar en todas esas cosillas a las que no hemos podido o sabido llegar.
También, durante este último año especialmente, hemos tenido que tomar decisiones que seguramente no redundaban en nuestro beneficio económico: ¿abrimos domingos y festivos?, ¿vendemos títulos de autoras transexcluyentes si no se va a enterar nadie?, ¿subimos el precio de los talleres?, ¿retrasamos al máximo los pagos a talleristas, ilustradorxs, autorxs y editoriales independientes? La respuesta a todas estas preguntas es clara para nosotras: NO. Una librería y espacio que se dice transfeminista debe también serlo en sus prácticas, en su cotidiano, en sus relaciones, cuando la librería está abierta y cuando echamos el cierre.
Otra cuestión a la que debe hacer frente cualquier librería, más si es especializada, más si tienes un local pequeño para que el alquiler no te ahogue, es el alud de novedades que inundan los catálogos mensualmente. Qué difícil poder llegar a todas ellas siendo nuevas en el sector y con una capacidad económica humilde. Tanto que hemos decidido ser muy conservadoras para poder ser sostenibles y no desajustar el balance gastos-ingresos. Sabéis que las librerías trabajan con márgenes ajustadísimos y que para poder abordar todas las novedades habría que vender o endeudarse muchísimo. Por eso, algo que queremos agradeceros es precisamente vuestra politización, que consumáis de manera crítica, que cuando no tenemos algo, por muy nuevo que sea, nos lo pidáis y que contéis con nosotras para vuestros proyectos literarios, desde esos ejemplares que os viene de lujo tener en consulta hasta esos pedidos para la biblioteca de vuestros centros educativos, rincones de igualdad en vuestra empresa, etc. En resumen, que nos acompañéis en la sostenibilidad de este proyecto.
Nos encantaría hablar en términos económicos para el año que entra, pero Mary Read nació como librería y espacio LGTBIAQ+ transfeminista con un claro objetivo: convertirnos en un espacio seguro de debate y acompañamiento para toda nuestra comunidad, un espacio en el que poder ser y estar sin miedo a saber si estamos en el sitio adecuado o no, en el que la cultura, el pensamiento crítico y la literatura sean el eje vertebrador de estos encuentros. Llegar a conseguirlo es un sueño alcanzado que tenemos que mantener. Nuestro deseo para 2023 es que la existencia de espacios así pase más por un deseo que por una necesidad y que bienvenidos sean proyectos como este en Madrid o en cualquier otra parte. Sabemos de sobra, por nuestras trayectorias personales y profesionales, que lo que ocurre fuera de Mary Read es el capitalismo más salvaje que dispone de nuestros cuerpos a su antojo a cambio de un contrato (muchas, demasiadas veces, ni eso): nosotras hemos podido elegir entregar nuestro tiempo y energía a Mary Read, por eso somos felices si este año que entra podemos mantener este proyecto como algo posible y sostenible.
No podemos ni queremos finalizar este balance sin dar las gracias a todas las personas que os acercáis a Mary Read a comprar o regalar libros, a traernos bollería, a preguntarnos qué tal estamos, a encargarnos libros, a preguntarnos por títulos para vuestras madres, padres, hijes, sobrines, amigues, a quienes venís con dudas sobre algún tema en concreto y tanto necesitáis algo de luz en forma de texto, a quienes nos dejáis vuestros mensajes en nuestro baño, que ya es una de nuestras señas de identidad, a quienes nos escribís por correo electrónico o en redes sociales… gracias por vuestra generosidad diaria y por compartir pedacitos de vuestras realidades con nosotras. Gracias también a les autores que confiáis en nosotras para hacer presentaciones o que venís con la ilusión de dejar vuestros libros en nuestras estanterías. Gracias a las editoriales por acompañar, especialmente a las independientes, que lucháis cada día como lo hacemos nosotras, siempre hemos encontrado en vosotras la complicidad necesaria para que todo marchara bien.
Para seguir adelante.
¡Brindemos por un 2023 queer y transfeminista!
